jueves, 3 de septiembre de 2009

Razón - Corazón

Qué tan cerca están el uno del otro (corazón-razón). Se dan en un solo ser, ambos hacen que el ser actúe y viva; sin embargo qé tan distante termina siendo para aquellos que divorcian la razón del corazón, es decir la ciencia de la fe y de los sentimientos. Los que se quedan con la razón dicen tener "razón", son aquellos "idealistas", "positivistas", "cientistas" que se empecinan en resolver todo desde el pensamiento, las normas, las leyes, desde la ciencia. Para ellos, todo es exacto, preciso, todo tiene su por qué, su causa y responsables; como tal, su consecuencia. Hay culpables y los señalan, miden y calculan todo; para ellos ya no hay emoción, tienen la sangre fría, ya nada de lo humano les importa, todo es "divino", han perdido la capacidad de asombro, todo es fatuo y nimio. Se creen saber tanto y tan bien que su "razón" es su droga, su dios. Sus razones Pasa algo distinto con aquellos que solo viven desde el corazón, son los sentimentalistas, los románticos, los poetas, los que deshojan margaritas, quienes viven de sus sueños e ilusiones. Para estos, la vida se les presenta como un suspiro de alegría, viven todo desde la compasión, la tolerancia. Empero, es mejor actuar con razón y corazón, juntos bajo la óptica de la fe. No extremos, no excesos ni defectos. Prudencia, equidad. Es decir, para vivir bien, con sabor de vida, unir razón mas fe, igual, sazón. FE + RAZÓN = SAZÓN (somos sal de la tierra) envolvieron sus corazones.
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Vive bien el momento, no hay nada más importante que el saber vivir. y para ello es simplemente "estar ahí", no estático ni muerto, sino produciendo, encantando, compartiendo lo poco o mucho que eres, que tienes, que sabes. Unos viven en grande, pues, tienen la mente abierta, llena de fe, esperanza y amor. Otros lo hacen ensimismados, cerrados en su medio (materialistas), no ven más allá, no trascienden, se quedan con lo que son. En cambio, los que van comprendiendo la vida, el sentido de vivir, el amor de Dios, su encarnación, tiene el ojo puesto ya no en la cosa (fenómeno) sino en la misma vida, en lo que sostiene este mundo. Estos, preservan la vida, la cuidan y disfrutan de ella. Vive bien, aún estando en apuros, porque "Todo es Gracia, incluso el Mal"

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