¿DEBEMOS ESTUDIAR A LA RELIGIÓN?
Me piden una
justificación que nos exima de llevar el curso de religión. Esta justificación
no lo envío ni la enviaré jamás…
No es porque desee que sean clericales, a
pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profesen las creencias que expondrá tal o cual profesor. Tengo empeño decidido en que tu
instrucción y tu educación serán completas con el curso que nos habla de Dios; y no lo serían sin un estudio serio
de la religión. ¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento
suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute?
¿Querrías tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre estos
asuntos sin exponerte a soltar un disparate? Estudias mitología para comprender
historia y la civilización de los griegos y de los romanos, y ¿qué
comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de
Jesucristo, sin conocer la religión que cambió la faz del mundo y produjo una
nueva civilización? En el arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la
Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha
inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen? En las letras, ¿puedes
dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y
tantos otros que se ocuparon exclusivamente en cuestiones religiosas, sino
también a Corneille, Racine, Víctor Hugo, en una palabra a todos estos grandes
maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata
de derecho, de filosofía o de moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del
Derecho Natural, la filosofía más extendida, la moral más sabia y más
universal? -éste es el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau- ¿Querrías tú
condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas y en todos tus estudios? Hay
que confesarlo: la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones
de la inteligencia humana; es la base de la civilización y es ponerse fuera del
mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer
conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas
inteligencias preclaras…
Convéncete de lo
que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión;
pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y
otras cosas análogas, eso es vana palabrería que rechazan de consuno los hechos
y el sentido común. Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la
religión; otros han recibido educación religiosa; su conducta prueba que han
conservado toda su libertad. Te sorprenderá esta carta, pero es necesario que diga
siempre la verdad. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación. Por lo
tanto, sí debemos estudiar la religión, y con ella, debemos vivir lo que
aprendemos.