Todo lo que reflejamos en nuestra apariencia obedece a una compleja enramada de ideas y recuerdos. Quienes enseñan son quienes más aprenden; y para enseñar hay que estudiar, leer.Cuanto las personas reflejamos en el exterior proviene del interior. La imagen que proyectamos es una cuestión de creencias y sentimientos: mostramos al mundo, sin palabras, nuestras ideas y expectativas; por lo tanto para mejorar la personalidad de alguien es preciso trabajar con sus pensamientos y experiencias de vida. La belleza humana proviene de un complejo sistema de pensamientos y conductas. Como te ven te tratan; mira tu personalidad, es en ella donde radica tu belleza. No es suficiente pensar lo correcto, también hay que actuar correctamente.
Los hábitos son muy díficiles de romper porque provienen de actos repetidos. Para cambiar de hábitos es necesario forzarnos a la inducción de nuevos actos haciendo como si... (ficcionalismo de Patrick Loobuyck y la "apuesta" de Blaise Pascal).
La vestimenta adecuada propicia acciones y las acciones producen convicciones. Actuar de buena fe: Reza el refrán: "La mona aunque se vista de seda, mona se queda" Pues esta afirmación es relativa, ya que motivada por la seda, la mona puede actuar como si no fuera mona y así dejará de serlo, o al menos parecerlo. Del mismo modo: "el hábito no hace al monje", pero le ayuda.
Hace poco salió una película con el gastado argumento de una pareja de desconocidos que por motivos comerciales deben hacerse pasar por esposos y fingir que se aman. Antes de verla deducimos el final: es obvio, acabarán enamorándose. Siempre sucede. Cuando un hombre y una mujer de común acuerdo hacen como si se quisieran (ficcionalismo), tarde o temprano se querrán de veras. Lo mismo ocurre en sentido opuesto; hay parejas que tienen todo para amarse y ser felices pero se portan com si no se quisieran: se tratan con indiferencia, evitan los detalles y las palabras cariñosas, no son románticos entre ellos; tarde o temprano terminan destestándose.
De los actos nacen los sentimientos; las personas no podemos controlar lo que sentimos, pero sí lo que hacemos. Actuando de forma constructiva generaremos emociones constructivas; actuando de forma destructiva generaremos sentimientos destructivos.
En cuestiones de imagen, la excelencia está ligada a la seguridad. Una persona segura de sí misma es atractiva. Una persona insegura es detestable. Reflejar confianza aún sintiendo duda no es un acto inmoral, es una estrategia inteligente.
Lo que nos hace repulsivos es avergonzarnos de ser distintos. Cada persona tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Somos nosotros, únicamente, quienes podemos y debemos darlo a conocer. Y so se logra con nuestra imagen, el cómo nos "vendemos" o mostramos a los demás. Todo lo que consideres tus defectos físicos, son en realidad tus atributos diferenciales. Decide ser tú con lo que eres, tienes y haces, solo así lograrás la belleza que anhelas. No te avergüences de lo que ya no puedes remediar; decide proyectar una imagen única, exenta de vergüenza.
Ni tus peores enemigos te pueden hacer tanto daño como tus propios pensamientos mal llevados. Sobrevalorar la opinión ajena es un grave error, no tomes demasiado en seriio lo que los demás piensan de ti. Vales mucho, tienes dignidad, mereces respeto.
¡Fortalece tu carácter! si siempre aguantas los abusos de otros en silencio tratando de condescender, perderás tu dignidad. Es mejor un buen enfado a tiempo que muchos malestares escondidos, o como dicen: "Más vale un momento colorado que cientos de días descoloridos". Toda personalidad impactante es astuta y sencilla a la vez, saber ser amable y marcar la diferencia. Toda persona es tal por su ser pensante, entonces en todo momento reflexiona, ejerce dominio de tus pensamientos y emociones, cambia conductas que te ayuden a saber lo que realmente deseas.
El atractivo humano reside principalmente en la limpieza. Los vagabundos son desagradables entre otras razones por su suciedad. La suciedad anula la belleza, mientras la limpieza la potencia. Ahora bien, lo importante de la ropa es que luzcas tú, no ella.
Existen dos extremos mortales en la personalidad; uno es la soberbia, el otro la inseguridad. El secreto para proyectar una imagen magnética se llama EQUILIBRIO; ser seguros de nosotros mismos, pero humildes y sencillos a la vez.
Si tu pasado te avergüenza, haz como si no existiera; olvida los errores que cometiste, pide perdón por ellos y repara el daño siempre que se pueda; después olvida, pero si no puedes olvidar, haz como si olvidaras. No pienses mentiras respecto a ti; identifica las calumnias que te han dicho y recházalas. No sobrevalores la opinión ajena, es imposible complacer a todos. Evita ser humillado, aprende a poner límites, sé astuto como serpiente y sencillo como paloma, hazte respetar aún entre lobos. Cuida tu cuerpo, mantenlo en forma, limpio, sano y exento de adicciones, vicios. Respétalo tanto como tu alma. Sé equilibrado en cuanto a tu actitud hacia los demás, ni arrogante ni timorato, sino amable y cortés.
La batalla de la vida o de la muerte se libra en el cerebro; tu cerebro es muy poderoso; si lo dejas obsesionarse con pensamientos destructivos, te destruirá. Tu mente tiene el gobierno de quién eres, qué haces y cómo te ves; por tanto, controla tu mente: ejercicios de relajación...
Nada es feo hasta que deja de hacer aquello para lo que fue creado. Si vas por este mundo sin tener propósitos, perecerás sombrío y lo peor, no podrás ver la belleza en lo que te rodea. ¡Vivir es un desafío! ¿quién de nosotros está exento de problemas? pues para no dejarse abatir requerimos valor y valores. Hay quienes mendigan dinero y hay quienes mendigan cariño, esas personas no tienen el valor de ganárselo con hechos dignos y hasta heroicos.
La información que recibimos de las personas dependen de cómo se ven, cómo huelen y cómo se oyen. Las palabras, más que ningún atributo físico, proporcionan un extraordinario cúmulo de información para determinar a quién tenemos enfrente. La boca puede hacer más daño que el puño.
La verdadera belleza del ser humano está en sus palabras, porque como bien dicen, todo fue hecho por la Palabra, la Palabra se hizo carne, así la belleza habita entre nosotros, el verbo de Dios... Por tanto, cuidado con lo que dices, cada quien es responsable de lo que dice.
La imagen que proyectamos al mundo está respaldada por experiencias vividas, conocimientos e inteligencia. Uno habla, dice o hace conforme vive, piensa y sabe. Por tanto, ¿qué belleza de ti emana a los demás? porque si no tiene sustancia, entonces es una belleza hueca. De esta manera, la persona con belleza hueca es tratada como desechable. Reza el dicho: "anillo de oro en hocico de cerdo es la mujer bella de poco cerebro". La belleza exterior puede ser atrayente a primera vista e incluso despertar pasiones, pero tarde o temprano se desmoronará si no tiene sustancia: saber... Quien tiene recursos mentales, sabrá cómo sacar partido a su físico y hasta cómo ser sensual. La belleza del cuerpo es frágil, es una flor pasajera; pero la belleza del alma es firme y segura. Decía Felix Lope de Vega: "He visto mujeres "feas" que cuando las tratas, son hermosas".
Nuestra personalidad se origina en el cerebro, precisamos ejercitarlo leyendo libros. Hoy muchas personas han dejado de leer libros porque todo lo buscan en internet, pero hacer eso es tan absurdo como querer ser atléticos y limitarnos a ver videos de deportes. Para estar en forma hay que hacer ejercicios, ir al gimnasio. Ningún aparato moderno puede sustituir al ejercicio físico, nisiquiera esos aparatos que venden por televisión que te "garantizan" cuerpo perfecto con poco o nada de esfuerzo. Lo mismo pasa con el cerebro; para ser personas inteligentes y preparadas hay que leer libros; no existe otra práctica capaz de sustituir los beneficios que eso nos da.
Las personas con mejor imagen proyectan paz en sus miradas y palabras; y esa paz no proviene de atuendos, joyas o excentricidades, sino de un espíritu suave y tranquilo, inspirado por la presencia de Dios en sus vidas. Los feos no nacen, se hacen. Nadie nace arrogante, mentiroso, rebelde o miedoso. Eso se aprende, todos los bebés son bellos, aún los bebés enfermos. Las personas somos bellas por definición. Opaca tu belleza lo que hay en tu pensamiento, sentimiento y actitud.
Por todo lo dicho, para tener una buena personalidad e imagen, dejemos de fingir, aceptémonos como somos, valoremos lo que tenemos y vivamos conforme debemos vivir, muy bien, con lo mucho o poco que tenemos, sabemos y hacemos. La belleza está dentro de ti, no lo busques afuera.