martes, 7 de abril de 2020

COVID-19 DESAFÍA LA CONDUCTA HUMANA


En nuestro Perú, al conocer los casos de personas infectadas por el coronavirus (covid-19), las medidas comenzaron a darse oportuna y firmemente por parte de nuestras autoridades. Se nos recomendó el constante y correcto lavado de manos, una distancia prudente entre personas, el aislamiento social obligatorio y otras disposiciones como paralizar el trabajo fuera de casa, salvo aquellos de atención básica como salud, limpieza, alimentos, combustibles y seguridad.
Como reza el dicho “la costumbre es más fuerte que el amor”, cambiar ciertas conductas humanas e imponer nuevas conductas, nos está costando mucho con la aparición de este virus, que nos exige cambiar o superar costumbres muy fijados en nuestra vida cotidiana. Requiere bastante esfuerzo para hacerlo. Pero, ¡ojo! si no lo hacemos, el coronavirus ganará el desafío.
Esta pandemia, aparte de ser un problema médico, es un problema de conducta humana. Por ello, detener y eliminar la propagación de este virus implica cambiar conductas. Sin embargo, a las personas habitualmente nos cuesta cambiar ciertas conductas. Como por ejemplo: lavarnos las manos con jabón antes de ingerir alimentos, después de utilizar los servicios higiénicos, estornudar cubriéndonos la cara, estar apretujados en los vehículos de transporte masivo, colas en entidades de atención al público, escupir al suelo, auto-medicarnos y, sobre todo, pensar en nosotros mismos y no en los demás (compra compulsiva y acaparador de útiles de higiene y alimentos básicos).
¿Qué conductas humanas son las que debemos desarrollar frente al coronavirus? Para evitar el pánico, tener serenidad; para superar el miedo o mostrar conductas irracionales, estar informado con fuentes confiables. Y lo más saludable es respetar las disposiciones de nuestras autoridades, ayudarnos entre nosotros, colaborar con los miembros de las fuerzas armadas y, en casa, ser creativos para no estar aburridos ni en situación de estrés.
Son estas las situaciones donde la creatividad y la capacidad humana se ponen a prueba para superar esta crisis humanitaria. Los humanos aprendemos de otros permanentemente, por eso, imitemos las buenas conductas, reconozcamos a aquellas personas que dan buen ejemplo ante toda adversidad. No seamos parte del problema, desacatando las normas; sino que seamos parte de la solución, acatando las normas. Porque es mucho mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.