Dícese que los ritos son las acciones donde la cultura personal
y grupal se manifiestan. La persona se implica con el cuerpo, la mente y el
corazón. En los ritos hay mensajes invisibles, debido a la trascendencia
de lo inmanente. De este modo, el ser humano sigue revistiéndose de formas de
culto para ensayar un sentido sobre su día a día. Es el culto o rito el medio
más preciso para la identidad con la esencia de la vida. Recordemos que “lo
esencial es invisible a los ojos” (A. Exupery). Unirse en ritos y cultos
grupales dan confianza e identidad. En pleno posmodernismo, uno está llamado a
encontrar para sí mismo su propio sentido, distinto de la Edad Media y Moderna,
donde el sentido se hallaba en el colectivo; hoy, los ritos cotidianos están
vinculados al clic, smartphone, al like... De ritos reales pasamos a ritos
virtuales, todo el mundo está en mí, pero uno no está en todo el mundo, salvo
que los rituales se hagan tendencia, hasta que surja otra tendencia y pasemos
al olvido.
