martes, 4 de febrero de 2014

Buscarse un "amante"

Muchas personas tienen un amante y otras quieren tenerlo. Y también están las que no lo tienen,  o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas últimas las que acuden a la consejería para decir que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores… Cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas. Parecen deprimidas. Entonces, que no tomen pastillas para la depre, sino que lo que realmente necesitan es UN AMANTE.

Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben tal veredicto. Están las que piensan: “¿Cómo es posible que un sacerdote se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica?” Y también están las que, escandalizadas, se despiden y no vuelven nunca más… A las personas que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición: Amante es “lo que nos apasiona”, lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien, a veces,  no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido. A veces, a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby… En fin, es “alguien” o “algo” que nos pone de “novio con la vida” y nos aparta del triste destino depresivo. Y la mejor receta para salir del letargo existencial es buscarse un amante. Sé tú también un amante y un protagonista… de la vida. La psicología, después de estudiar mucho sobre el tema, descubrió algo trascendental: Para estar contento, activo y sentirte feliz, hay que estar de novio con la vida: ¡HAY QUE BUSCARSE UN AMANTE!

Amante es quien ama; y quien ama está feliz, hace el bien y supera todo por el amor que tiene. Vive apasionado por su “amor”, ya que le da sentido a su vida, le provoca hacer cosas grandes, lindas y seductoras. Quien ama no puede hacer daño porque se contradice si lo hace ya que del amor solo brota la alegría, la felicidad, la energía de vivir bien. ¿Qué te apasiona en la vida? ¿Amas lo que haces? ¿Amas lo que eres? ¿Tienes un amante? ¿O te da miedo amar y ser amado? ¿Qué amas? ¿Qué quieres? ¿Qué buscas?.... Y si no quieres amar, por lo menos déjate amar.